lunes, 6 de abril de 2009

Horizontes SA, de la familia Romero, vació El Tribuno de Tucumán


El holding de la familia salteña Romero, comandado por la firma Horizontes SA, vació la empresa Multimedios Norte Asociados SA - que dirige El Tribuno de Tucumán- con la excusa de la crisis nacional e internacional y dejó a más de 30 periodistas en la calle sin indemnización, así como un tendal de deudas al fisco y al gobierno que seguramente se esfumarán tras dudosos movimientos accionarios en ese grupo económico.

Tras años de contantes violaciones a los derechos laborales, deudas con la Obra Social de Prensa, y aportes jubilatorios retenidos pero sin aportar, Eduardo “Tito” Romero (h) -hermano del senador nacional Juan Carlos Romero y director del diario en nuestra provincia y en Salta- puso en evidencia cómo opera el clan salteño quien, desde que arribó a Tucumán, no dudó en estafar a los trabajadores tucumanos y al gobierno local. Pero “Tito”, de dudosa solvencia moral y económica, no está solo en la maniobra para ganar más y pagar menos. Tuvo de copilotos durante los últimos años, a los accionistas Rubén Rivarola y Jose María Cantos (h). El empresario Rivarola, flamante presidente del bloque del PJ en la Cámara de Diputados de Jujuy, es accionista del diario El Tribuno de esa provincia, entre otras firmas. Cantos, por su parte, es director de LV11 y propietario del Nuevo Diario de Santiago. El trío sólo cosechó marketing, relaciones políticas y pautas oficiales a costa de la explotación de sus empleados. Aún así, Tito Romero habría “limpiado” a sus socios (el grupo había arrancado con más integrantes) y ofrecido parte del paquete accionario al empresario santafesino Orlando Mario Vignatti, flamante dueño absoluto del diario económico Ambito Financiero, dueño de canales, radios y socio mayoritario de la dupla Vila–Manzano en el diario La Capital de Rosario.

Cuando arrancó en julio de 2005, el sello de goma que conducía el Tribuno de Tucumán montó un directorio con empleados de Horizontes SA como Miguel Angel Ruiz, la secretaria eterna de “Tito” (María Inés Mocchi) y otro hombre de confianza, Luis Gorjón. El capital social de arranque, según dicen, nunca podría haber soportado la lujosa instalación de la Redacción en el microcentro tucumano por lo que el respaldo económico del emprendimiento vino siempre de Salta, como así también las liquidaciones de los sueldos de los empleados. Lo cierto es que tras años de “desfinanciamiento” y extrañas facturaciones en las narices del fisco provincial, hoy los Romero pretenden pagar en cuotas una paupérrima indemnización que no se corresponde con la ley al plantel cesanteado mediante un artilugio legal que sostiene su “crisis económica”. Mientras, el apoderado de Multimedios (Javier Nanni) coacciona a los trabajadores para firmar un despido incausado encubierto y amenaza con dejarlos sin sus haberes. Este contador sería denunciado en los próximos días por firmar diez cheques sin fondos de la empresa, en un claro gesto de prepotencia empresarial. Desde el sindicato, y también desde ámbitos políticos y judiciales se evalúa denunciar todas las maniobras de una familia que intenta ampliar su impunidad en estas tierras.